Narración de una visita oficial a Guatemala, viniendo de México, en 1825. George Alexander Thompson (III).

El relato de Thompson es una mina de información de detalle de la vida política de la recién fundada república. Thompson sorprende por su aguda inteligencia y por la conciencia del valor de sus notas y su recuento de la visita a Centro América

Narración de una visita oficial a Guatemala, viniendo de México, en 1825. George Alexander Thompson.

George Alexander Thompson es, a todas luces, un viajero abierto y optimista, decidido a dejarse sorprender buenamente por los paisajes humanos y naturales que le salen al camino. En su relato encontramos pocas, si no nulas, oportunidades de censura o comentarios negativos. Thompson deja ver que es un hombre culto, inteligente y cosmopolita, lo que hace que su relato esté ausente del prejuicio o el fanatismo desarrollista de sus europeos contemporáneos. Su mirada es benévola. 

Narración de una visita oficial a Guatemala, viniendo de México, en 1825. George Alexander Thompson.

El contexto del viaje de George Alexander Thompson no puede ser más interesante. Por un lado, tenemos a unas Provincias Unidas del Centro de América, recién nacidas el año anterior en la Constitución de 1824, con una estructura política complicada y pocos recursos económicos. Por otro lado, tenemos una potencia imperial que trata a toda costa de sentar una cabeza de playa en la cuenca del Caribe.

Banana Paradise. Frances Emery-Waterhouse.

Descubre la fascinante Guatemala de la década de los cuarenta a través de los ojos de Frances Emery-Waterhouse en su libro 'Banana Paradise'. Acompaña a esta intrépida viajera estadounidense mientras narra sus experiencias en un país marcado por la presencia de la United Fruit Company y la expansión del cultivo del banano. Desde el bullicioso Puerto Barrios hasta las pintorescas calles de la Ciudad de Guatemala, Emery-Waterhouse nos transporta a un mundo de misterio, romance y exclusividad extranjera.

Breve memoria de la vida de James Wilson durante su residencia en Guatemala en 1825 (V).

El relato de Wilson es un deleite para todo lector que guste de la historia y de las impresiones de primera mano, herramientas imprescindibles para imaginarnos cómo pudieron haber sido esos tiempos pasados. El viaje de salida de Guatemala que nos regala Wilson es una rareza. En algunas partes nos recuerda a García Márquez y sus morosas descripciones del río Magdalena, en El general en su laberinto

Breve memoria de la vida de James Wilson durante su residencia en Guatemala en 1825 (IV).

A pesar de que Wilson es un hijo de la Reforma y de que a veces roza la intolerancia en sus comentarios hacia la fe católica imperante en el país que visita, siempre encuentra la forma de suavizar sus impresiones y se torna comprensivo y, sobre todo, siempre dispuesto a discutir las cuestiones de fe de forma respetuosa.

Breve memoria de la vida de James Wilson durante su residencia en Guatemala en 1825 (II).

Ante un libro fascinante como lo es este que estamos reseñando, se tienen la tentación de citar en demasía o prácticamente de trascribirlo. Como Wilson tiene ojos de extranjero, resulta natural que su atención por el detalle resalte frente a los habitantes residentes en la república, que por razones completamente naturales dan por hecho la realidad que los rodea. Wilson tiene a su favor el asombro del extranjero.

Breve memoria de la vida de James Wilson durante su residencia en Guatemala en 1825 (I).

Wilson nos regala entonces un interesante relato de este viaje de llegada a Guatemala, con todos sus inconvenientes y todas sus bellas sorpresas, sobre todo las naturales, que tenían que impactar de forma muy fuerte, sobre todo a los que venían de la Europa del norte.

Pioneros, de Willa Cather: El individuo versus la naturaleza

El planteamiento de la historia es entonces apenas una excusa para desarrollar las capacidades de su personaje principal, que debe luchar contra su familia y la sociedad, a la vez que contra la naturaleza para forjar lo que tiene, a base de la inteligencia natural de la que está dotada.

MOBY DICK, DE HERMAN MELVILLE: REALIDAD Y FICCIÓN (I)

Esta lectura desde la aventura es quizá la más importante puerta de entrada para que el lector posterior pueda regresar a la novela a descubrir o redescubrir nuevos aspectos que antes se hayan dejado a un lado. Si a los quince años la novela nos deja ese sello imborrable de los buenos momentos que nos regaló, el regreso posterior, quizá desde la nostalgia, quizá desde la fascinación por algunas escenas, nos pueden brindar nuevos momentos de placer intenso, logrando construir en la mente ese fascinante entramado de virtudes y debilidades humanas que es el trasfondo general de Moby Dick.