La curiosidad y el entusiasmo por el conocimiento me han llevado desde el inicio de mi experiencia universitaria a formarme en diversas disciplinas. Primero, estudié la licenciatura en Relaciones Internacionales con especialización en Comercio Exterior y Organizaciones Internacionales, en la UFM. Después cursé una maestría en Neurofisiología del Comportamiento y tres posgrados en temas de defensa, seguridad y estudios europeos en la National Defense University y en la London School of Economics and Political Science.

En el 2006 tuve la oportunidad de volver al Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (EPRI), esta vez como profesional, donde encontré dos nuevas pasiones: la gestión de proyectos académicos y la investigación de campo. Esto me llevó a compaginar mi rol como secretario general del consejo académico de este instituto, desde el 2006 hasta el 2018, con mi labor como profesor de Teoría de Juegos y Ciencias de la Acción Humana. Durante estos años también participé en el diseño institucional y financiero de otras instituciones guatemaltecas dedicadas a la educación.

Como parte de mi desarrollo académico, me he especializado en las ideas de la escuela de Bloomington, para entender el poder de la organización comunitaria en términos de gobernanza y resolución de conflictos. Mis últimas publicaciones abordan análisis desde el austrian public choice, el área de estudio del centro de investigación del EPRI (CADEP), y temas relacionados con la gestión de bienes de uso común en Guatemala. Disfruto de las discusiones sinceras y abiertas, razón por la cual soy miembro de la Mont Pelerin Society, uno de los think tanks más importantes del mundo, entre cuyos miembros se encuentran varios premios nobel. También soy miembro de la Public Choice Society, la Philadelphia Society y el Instituto Fe y Libertad.

Desde el 2019 soy director del EPRI, donde también dirijo el grupo de estudio Ideas e Instituciones, espacio en el que se busca profundizar en la comprensión del diseño, evolución y funcionamiento de las instituciones guatemaltecas. Estoy convencido de que la universidad no debe solo educar, sino también formar con propósito. Veo la educación como un medio para alcanzar un fin. Por eso, como director del EPRI, he subrayado la misión de cultivar en nuestros estudiantes las virtudes intelectuales necesarias para tener éxito profesional y personalmente. En el EPRI buscamos experiencias completas, que contribuyan a preparar a los estudiantes no solo para afrontar los retos técnicos de la disciplina, sino también para abordar cualquier aventura académica y profesional que se propongan.