Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR)

Organización revolucionaria, fundada en diciembre de 1962, consistente en la unión de varias organizaciones clandestinas que acuerdan la lucha armada como la vía para hacerse del poder e impulsar desde allí cambios políticos y sociales. Bajo la sombra de esta organización se agruparon: el MR-13 (Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre), que aglutinaba a los jóvenes oficiales del Ejército de Guatemala, participaron en el levantamiento militar del 13 de noviembre de 1960 y rechazaron la amnistía del Gobierno; el Movimiento Revolucionario 12 de Abril,  integrado por líderes y simpatizantes de las jornadas estudiantiles de marzo y abril de 1962, tanto de la educación media como de la Universidad de San Carlos y miembros de la Juventud Patriótica del Trabajo (JPT); el Movimiento 20 de Octubre, conformado por miembros del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT) y un grupo de estudiantes guatemaltecos que se encontraban en Cuba en esos momentos.

La razón de las FAR la explica el economista Alfredo Guerra-Borges, militante histórico del PGT, argumentando que en 1962 el Comité Central del PGT advierte que las clases dominantes están cerrando las vías de desarrollo pacífico de lucha, el eminentemente político, y gira una directiva al partido para que se prepare a librar la lucha armada cuando se haga inevitable y hayan madurado las condiciones para ello. Se subrayó la necesidad de utilizar todas las formas de lucha y de conformar un amplio frente único de todas las fuerzas democráticas para recuperar el espacio político. 

Para llevar a cabo la lucha revolucionaria, las FAR organizaron tres frentes guerrilleros rurales y uno urbano: el Frente Guerrillero Alaric Benet, con base en Quiriguá, y un frente secundario llamado Moisés Quilo, en Sinaí, ambos en Izabal, bajo el mando de Marco Antonio Yon Sosa; el Frente Guerrillero Las Granadillas, establecido en el departamento de Zacapa, al mando de Luis Trejo Esquivel; el Frente Guerrillero Edgar Ibarra, con base en la Sierra de las Minas, bajo el mando de Luis Augusto Turcios Lima, y la Resistencia Urbana, con base en ciudad de Guatemala y  presencia en otras poblaciones importantes, bajo el mando de Augusto Loarca. 

Las FAR establecieron una escuela de entrenamiento guerrillero en una zona cercana a Puerto Barrios, bajo la instrucción del subteniente Rodolfo Chacón y Estanislao Chacón (alias Tanito). Mediante su comisión militar, El PGT reclutaba personas para integrarse a la escuela de guerrillas y ser distribuidas entre los distintos frentes guerrilleros. Ideológicamente las FAR se adscribían al marxismo soviético, y consideraban al PGT como su partido de vanguardia y referente ideológico e inspiracional de la lucha armada.

Las FAR experimentaron varias rupturas durante su existencia:

  1. Las primeras FAR: periodo desde su fundación en 1962 hasta 1964, cuando el MR-13, conformado alrededor del Frente Guerrillero Alaric Benet y dirigido por Yon Sosa, rompe con las FAR, tras ser denunciados de haber sido infiltrados por los «troskystas».
    También se da un rompimiento entre el Frente Guerrillero Edgar Ibarra (FGEI), al mando de Turcios Lima con el PGT, por divergencias ideológicas. En respuesta, el PGT funda su propio brazo armado, las Fuerzas Armadas Revolucionarias, de existencia fugaz.
    Para salvar la crisis interna de las FAR, se crea el Centro Provisional de Dirección Revolucionaria (CPDR), en marzo de 1965, en un acuerdo entre la dirigencia del PGT y Turcios Lima, como un organismo de dirección transitorio e integrado por militantes de las FAR, de la Resistencia Urbana, del PGT y de la JPT.
  2. Las segundas FAR: conformadas por el PGT, el FGEI y la Resistencia Urbana en ciudad de Guatemala, que proponen cambiar las estructuras del partido y renovar a la dirigencia. En 1965 las segundas FAR llegan a conformar cinco regionales: la de Occidente (San Marcos, Retalhuleu y Quetzaltenango); la Sur (Escuintla y Suchitepéquez); la Central (Baja Verapaz); la Oriente (Santa Rosa) y el Frente Urbano, llamado la Resistencia en ciudad de Guatemala.
    El año 1965 es importante para las FAR, pues en el mes de marzo se asume el carácter socialista de la revolución guatemalteca, en el programa completo de las FAR, publicado como «Organizar y unir a las masas, impulsar la guerra revolucionaria popular».
  3. Las terceras FAR: fundadas a finales de 1966 o inicios de 1967, tras negociaciones entre Yon Sosa y César Montes, quien asumió el mando del FGEI a la muerte de Turcios Lima, en un confuso accidente. A los pocos meses, el MR-13 se separa de las FAR por motivo de discusiones internas.
  4. Las cuartas FAR: fundadas en 1968, tras ser derrotadas por la ofensiva militar de 1967, deciden realizar un repliegue estratégico hacia Petén, buscando la región de Sayaxché. Durante ese repliegue su comandante, Marco Antonio Yon Sosa, muere a orillas del río Lacantún, en manos de un comando del Ejército mexicano. Jorge Soto (comandante Pablo Monsanto) asume el mando de las FAR hasta su integración a la URNG, en 1982.

El mando de las FAR fue asumido por la ausencia del comandante original, así, tras la muerte de Turcios Lima, asumió el mando el comandante César Montes (Julio César Macías, el chirís), quien tras abandonar la organización en 1968 deja el mando al comandante Camilo Sánchez, quien es capturado por el ejército y ejecutado y sustituido en el mando por Jorge Soto (alias Pablo Monsanto).

En su propio análisis de coyuntura, explica Megan Thomas que las FAR comparten con el PGT, habían interpretado que el país se encontraba inmerso en un proceso de modernización y que ese impulso de cambio provocaba profundas contradicciones, pues la burguesía terrateniente tradicional se enfrentaba y oponía a los intereses de los nuevos sectores burgueses terratenientes, que representaban la tendencia modernizante del capitalismo guatemalteco.

La lección de la derrota de la guerrilla, a finales de la década de los sesenta, es que la guerrilla necesitaba una organización política que movilizara a las masas, pues la guerrilla era una unidad armada dedicada al combate de una fuerza enemiga. Esto no se logró en los años sesenta, porque el PGT estaba aislado de las masas. Entonces, durante la Tercera Conferencia de las FAR, en 1971, se postula como una de las tareas principales de esta institución lograr una vinculación con las masas. Según la nueva visión, el movimiento no podía permanecer ni desarrollar su aparato clandestino al margen de las luchas reivindicativas de las masas, por lo que resultaba imperativo e impostergable vincularse con los sectores organizados de las mismas (sindicatos, organizaciones campesinas) para impulsar la lucha. Para lograr ese objetivo, entre 1975 y 1978 las FAR desmovilizaron a los remanentes de sus estructuras para dedicarse al trabajo político de acercarse a las masas.