Golpe de Estado

En el estudio de las revoluciones, un golpe de Estado se define como una ruptura del propio Estado, debido a la lucha de dos o más facciones internas. En esencia, instituciones independientes, como el Ejército o las ramas del Gobierno, luchan entre sí para lograr un cambio estatal interno. Puesto de otra manera, la élite gobernante se rompe y las facciones compiten entre sí por reestructurar el poder entre ellos. Por élite se entiende un grupo que naturalmente tiene poder efectivo sobre el resto por alguna razón, sin que esto implique una explotación artificial. Una élite gobernante es aquella que ostenta poder formal en el Estado y los grupos de interés relacionados con poder informal (Bartelson 1997; Bueno de Mesquita y Smith 2022; Malaparte 1931; Meza 2002). 

Debe resaltarse que un golpe de Estado no es sinónimo de revolución. Una revolución implica una élite externa al Estado que toma la institucionalidad del mismo por la fuerza. La mayoría de revoluciones políticas, como la francesa o la rusa, tienen golpes de Estado. Sin embargo, la mayoría de golpes de Estado no llevan a revoluciones, entendidas como grandes cambios políticos, sociales y económicos derivados de un nuevo régimen establecido forzosamente. Una revolución es una transformación del Estado en sí mismo y sus respectivos efectos en la sociedad y la economía (Skocpol 1974; Young y Leszczynski 2021). 

Un actor esencial en un golpe de Estado es el aparato de seguridad del mismo. Para que un golpe de Estado sea exitoso, el golpista debe lograr dividir al Ejército, al cuerpo de Policía o a cualquier otra entidad del Estado poseedora de las armas con las que se tiene el monopolio legítimo de la fuerza. Sin esto, ninguna facción puede reestructurar a la élite gobernante (Araujo Quintero 2022; Bartelson 1997; Bueno de Mesquita y Smith 2022; Luttwack 1979; Malaparte 1931). 

Otro elemento esencial de un golpe de Estado es su rapidez y carácter quirúrgico. A diferencia de las revoluciones que son procesos a largo plazo que llevan a transformaciones profundas, un golpe de Estado debe ser rápido. Debe ser un ataque certero y triunfar en poco tiempo. Algunos dicen que en menos de un día, para que se consolide el golpe. Si se tarda demasiado, les permite a las otras instituciones reorganizarse y defenderse (Bartelson 1997; Bueno de Mesquita y Smith 2022; Luttwack 1979; Malaparte 1931). 

Referencias

Araujo Quintero, Luis Carlos. 2022. «Entre la rebelión y la revolución: las protestas en Irán en 2022». Centro para el Análisis de las Decisiones Públicas. Acceso el 15 de abril del 2023. https://cadep.ufm.edu/2022/11/protestas-iran-2022/.

Bartelson, Jens. 1997. «Making Exceptions: Some Remarks on the Concept of Coup d'état and Its History». Political Theory 25 (3): 323-346. 

Bueno de Mesquita, Bruce, y Alastair Smith. 2022. El manual del dictador: Por qué la mala conducta es casi siempre buena política. España: Siruela. 

Dickovick, Tyler, y Jonathan Eastwood. 2016. Comparative Politics: Integrating Theories, Methods, and Cases. Reino Unido: Oxford University Press.

Luttwak, Edward. 1979. Coup d'État: A Practical Handbook. Estados Unidos: Harvard University Press. 

Malaparte, Curzio. 1931. Technique du coup d'etat. París: Bernard Grasset. 

Meza, Rosendo Bolívar. 2002. La teoría de las élites en Pareto, Mosca y Michels. México: Instituto Politécnico Nacional. 

Skocpol, Theda. 1979. States and Social Revolutions. Cambridge: Cambridge University Press. 

Young, Gregory, y Mateusz Leszczynski. 2021. Revolutions: Theorists, Theory and Practice. Estados Unidos: Pressbooks.