Feudalismo

El feudalismo es un sistema político, económico y social basado en la tenencia de la tierra y el trabajo de la misma. Existió durante la Edad Media en Europa, tras el colapso del Imperio carolingio. En este sistema, la nobleza es el estamento, o grupo social, que posee la tierra como propiedad. Para poder hacerla productiva, los nobles necesitan mano de obra agrícola. Por su parte, el pueblo llano, en esencia el campesinado, busca alimento, vivienda y protección. Ante esta situación, los campesinos juran lealtad a un noble para que les proteja y les deje trabajar su tierra. De esta manera, los campesinos se vuelven vasallos y el noble puede volver sus tierras productivas (Brown 2023; Wheeler 2018). 

En este sistema, no existen países o Estados como los modernos. Las entidades políticas son una compleja red de vasallaje descentralizado y un noble puede ser vasallo de otros nobles. Las guerras de conquista entre nobles eran comunes también. Con el tiempo, una familia obtenía suficientes tierras y vasallos para empezar a crear las monarquías absolutas que dominarían Europa en la época moderna. Aunado a la descentralización política propia del feudalismo, la religión, específicamente el catolicismo, era importante como garante de legitimidad del sistema. En esencia, los nobles se encargaban de los asuntos terrenales, mientras que la Iglesia administraba los asuntos de la fe. Eran dos tipos de autoridad diferentes que convergían para hacer del sistema relativamente estable (Brown 2023; Oakshott 2012; Wheeler 2018). 

De cierta manera, el feudalismo parte de un intercambio privado entre dos partes con intereses compartidos. Sin embargo, no hay que confundir esto con contratos privados en el marco de un libre mercado. El vasallaje era una institución vitalicia e inflexible. Los vasallos tenían limitaciones para moverse y para comprar libremente. En este contexto, los burgueses, es decir quienes vivían en las ciudades y tenían profesiones ajenas al campo, serían la semilla de un sistema económico nuevo: el capitalismo (Brown 2023; Wheeler 2018). 

Europa dejó de ser feudal en la medida en que la economía se volvió más libre e industrializada. Con la Revolución Industrial, la tenencia de la tierra ya no era un requisito para la riqueza. Fue un largo proceso de desarrollo paulatino. En este contexto, el socialismo científico de Marx clasifica al feudalismo y al capitalismo como dos sistemas diseñados por clases dominantes. Asimismo, considera que el feudalismo es la etapa anterior e indispensable para el surgimiento del capitalismo. Este análisis no se corresponde con la realidad, ya que ambos sistemas económicos surgen espontáneamente y el capitalismo contradice al feudalismo a lo largo de los siglos (Cole 1957; Wheeler 2018). 

El feudalismo se vuelve importante en el discurso marxista, con el triunfo de la Revolución rusa. Marx predijo que la revolución proletaria se daría en los sistemas más capitalistas e industrializados y de manera espontánea. Sin embargo, la primera revolución comunista exitosa se dio en un país eminentemente agrario: Rusia. Aunque no se puede clasificar como feudal puro, porque había una monarquía absolutista y centralizada, los ideólogos del comunismo argumentaron que la naturaleza feudal de Rusia se debe a su rol periférico en el capitalismo mundial: proveía las materias primas necesarias a las industrias europeas. Por ende, era válido que el supuesto feudalismo ruso perteneciera al capitalismo global. La revolución podía empezar ahí porque era un asunto mundial (Brown 2023; Lenin citado en Guevara 2006; Cole 1957). 

Esta argumentación se volvió especialmente importante con la expansión global del comunismo. La mayoría de países en la época eran agrarios. Por ende, los comunistas los clasificaban como sistemas feudales pertenecientes al capitalismo internacional que estaban predispuestos a la revolución. Este fue el motor de las revoluciones en Asia y Latinoamérica. Sin embargo, esta clasificación resulta errónea. El feudalismo es un sistema particular de Europa que solo tiene equivalente en los sogunatos de Japón. Ser una sociedad agraria no es sinónimo de ser una sociedad feudal. Pese a esta realidad, el discurso marxista logró convencer a muchos de la necesidad de destruir falsas sociedades feudales (Brown 2023; Cole 1957; Wheeler 2018).

Referencias

Brown, Elizabeth. 2023. «Feudalism». Encyclopaedia Britannica. Acceso el 8 de julio del 2023. https://www.britannica.com/topic/feudalism.

Cole, George Douglass Howard. 1957. Historia del pensamiento socialista. México: FCE.

Guevara, Ernesto. 2006. La guerra de guerrillas. Estados Unidos: Che Guevara Publishing Project.

Lumen. 2023. «Feudalism». Western Civilization. Acceso el 8 de julio del 2023. https://courses.lumenlearning.com/atd-herkimer-westerncivilization/chapter/feudalism/#:~:text=Feudalism%20was%20a%20set%20of,exchange%20for%20service%20or%20labour.

Oakshott, Michael. 2012. Lecciones de historia del pensamiento político. España: Unión Editorial. 

Wheeler, Kip. 2018. «Feudalism», Medieval History. Acceso el 9 de julio del 2023, https://web.cn.edu/kwheeler/feudalism.html.