Ayuda y asistencia militar
La ayuda y asistencia militar es un tipo de cooperación internacional entre países que incluye elementos puramente militares y relaciones cívico-militares. Implica colaborar en asuntos de seguridad, pero también en cuestiones sociales y políticas. En el caso de las relaciones internacionales entre grandes potencias y socios más pequeños, el desarrollo de la parte sociopolítica es clave. Se busca fortalecer el Ejército del socio por razones estratégicas, pero, al mismo tiempo, se busca crear un sistema político y económico que prevenga abusos de un ejército moderno o la toma del poder político por parte de los militares (USAID 2023).
En política exterior, la fuerza militar no lo es todo. Las relaciones entre los Estados deben beneficiar a las poblaciones de cada país para que sean duraderas y bien vistas políticamente. En el caso de la ayuda y asistencia militar, existen dos esferas principales: seguridad y relaciones cívico-militares. Aunque los esfuerzos deben coordinarse, no deben confundirse. Por ejemplo, un ejército no debe hacer trabajo humanitario de la misma manera que una ONG no debe realizar actividades militares (AUSA 2023; European Comission 2023; USAID 2023; Pevehouse y Goldstein 2017).
En temas de seguridad, la asistencia militar tiene varias dimensiones. Hay elementos evidentes como compartir armas, tecnología e inteligencia militar; sin embargo, se busca también el desarrollo de los miembros de los ejércitos. Para ello, existen intercambios estudiantiles entre instituciones castrenses con la idea de desarrollar afinidad entre los países. Asimismo, se aspira a desarrollar estrategias conjuntas a largo plazo. Esto retroalimenta las alianzas militares que las grandes potencias usan para avanzar sus intereses geoestratégicos (AUSA 2023; USAID 2023).
La cooperación cívico-militar es más compleja. En muchos casos, se relaciona con el poder suave en las relaciones internacionales. En vez de usar fuerza, se usa la interdependencia económica y el intercambio cultural para desarrollar relaciones más estrechas entre países. En el caso de la cooperación militar, el objetivo es prevenir que el ejército, más poderoso por la ayuda militar, se vuelva un actor político dañino y autoritario (AUSA 2023; Pevehouse y Goldstein 2017).
La asistencia militar puede exigir una formación en derechos humanos para los socios de países más pequeños. Puede exigir el respeto a la democracia liberal como requisito de cooperación militar. Una de las formas en que se fomenta esto es a través de la separación del ejército de la policía civil. En esencia, se divide la seguridad externa de la interna para asegurar que el trato con los civiles esté a cargo de la policía y no del ejército. Esto limita las operaciones militares al exterior o las fronteras. Asimismo, es posible que se manifieste en programas que fomenten el desarrollo socioeconómico de manera paralela a la ayuda militar. En muchos casos, estas cuestiones son importantes en contrainsurgencias: no se trata solamente de vencer militarmente a la guerrilla, sino de crear un sistema político legítimo que prevenga la conflictividad (OCHA 2023; USAID 2023).
La ayuda y asistencia militar varían según la potencia u organismo. Estados Unidos desarrolla relaciones militares fuertes con sus aliados. Esto es especialmente cierto para los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte —OTAN—. En ocasiones, se privilegia esto sobre las relaciones cívico-militares, especialmente con socios de países más pequeños. La Unión Europea limita su cooperación militar fuera del continente al enfatizar más el aspecto cívico-militar. Generalmente, acepta la ayuda militar en seguridad en casos de emergencia. Finalmente, la Organización de Naciones Unidas —ONU— enfatiza el uso de la fuerza armada para garantizar ayuda humanitaria en el caso de guerras internas (USAID 2023; European Comission 2023; OCHA 2023).
En el caso de Guatemala, la mayoría de asistencia y ayuda militar se dio con Estados Unidos en el marco de la Guerra Fría. En el caso estadounidense, las relaciones cívico-militares estaban a cargo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional —USAID—. Mientras los ejércitos cooperaban en la lucha contra las guerrillas, USAID se encargaba de programas socioeconómicos para fomentar el desarrollo de las áreas en conflicto: buscaba ayudar en la parte social de la contrainsurgencia, eliminando los incentivos que los individuos tenían para unirse a las guerrillas.
Referencias
AUSA. 2023. «Civil Affairs and Civil-Military Cooperation: a Hybrid Solution to Defeat Hybrid Threats». Association of the United States Army. Acceso el 21 de julio del 2023. https://www.ausa.org/publications/civil-affairs-and-civil-military-cooperation-hybrid-solution-defeat-hybrid-threats.
European Commission. 2023. «Civil-Military Cooperation in Emergencies». European Civil Protection and Humanitarian Aid Operations. Acceso el 21 de julio del 2023. https://civil-protection-humanitarian-aid.ec.europa.eu/partnerships/relations/civil-military-cooperation-emergencies_en.
OCHA. 2023. «Humanitarian Civil-Military Coordination». United Nations Office for the Coordination of Humanitarian Affairs. Acceso el 21 de julio del 2023, https://www.unocha.org/themes/humanitarian-civil-military-coordination.
Pevehouse, Jon, y Joshua Goldstein. 2017. International Relations. Estados Unidos: Pearson.
USAID. 2023. «Office of Civilian-Military Cooperation». Conflict Prevention and Stabilization. Acceso el 21 de julio del 2023. https://www.usaid.gov/about-us/organization/military.