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El Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT) tuvo una relación conflictiva con la idea de la lucha revolucionaria, pues, de acuerdo con los postulados del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), daba prioridad al trabajo político por encima del militar, al que en algunos momentos llegó a calificar de «mero aventurerismo». Consideraba que la violencia revolucionaria debería ser una herramienta de apoyo del trabajo político que debía realizar el partido, pero nunca sustituirlo, posición esta que fue denunciada originalmente por Turcios Lima, por considerar que el PGT estaba instrumentalizando con fines políticos a las organizaciones revolucionarias que se jugaban la vida en los distintos frentes, y por Rolando Morán, quien en 1967, en el llamado «Documento de Marzo», rompe definitivamente con la dirección del PGT, a cuyos integrantes acusa de oportunismo. Para no perder el apoyo de los jóvenes militantes atraídos a la estructura del partido por su eficiente organización, la Juventud Patriótica del Trabajo (JPT), que cumplía un activo papel entre los estudiantes de enseñanza superior y universitaria, el PGT decidió crear un brazo militar: la Comisión Militar o COMIL, bajo un estricto control de la dirección del partido. Sin embargo, la COMIL fue víctima de su propio éxito, pues alcanzó una alta capacidad militar, que la llevó a asesinar a altos mandos militares y policiacos, como, por ejemplo, la acción que denominó «Panzós Heroico», en la que atacó a un contingente de la Policía Militar Ambulante (PMA), matando a más de diez elementos de la tropa, en represalia por la denominada Masacre de Panzós, en el segundo semestre de 1978. Por temor a las consecuencias que habría de tener esta acción, el Buró Político del Partido se desligó de la acción, negándose a que la reivindicara el PGT o su brazo militar. Ante esta decisión, la COMIL rompió con el PGT y fundó el llamado PGT-Núcleo de Dirección, encabezado por José Alberto Cardoza.
Referencias

Bravo, Mario Alfonso. 2013. «El segundo ciclo revolucionario y popular: una perspectiva desde el PGT». En: Guatemala: historia reciente (1954-1996), tomo 2. Guatemala: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

Vázquez Medeles, Juan Carlos. 2019. Militantes clandestinos: Historia del Partido Guatemalteco del Trabajo-Partido Comunista (PGT-PC). México: Universidad Iberoamericana.


Surgido alrededor de la NORC (véase entrada correspondiente), a la que se sumaron grupos de militantes remanentes de la Región de Oriente, Regional de Occidente, Regional de la costa sur, del FGEI y de la Resistencia Urbana de las FAR, y simpatizantes del PGT en el departamento de Alta Verapaz, de Rabinal y de Baja Verapaz, a los que se sumaron simpatizantes provenientes de los movimientos católicos.

El EGP comprendía una dirección nacional y dos segmentos: uno llamado segmento de montaña, que organizaba y coordinaba los frentes guerrilleros en los territorios de operación, elegidos para desarrollar la lucha armada; y un segmento urbano, que organizaba y coordinaba a los contingentes populares (organizaciones sindicales afines, ligas campesinas afines, estudiantes y población en general) y los comandos armados urbanos. La dirección nacional estaba integrada por Ricardo Ramírez de León (alias Rolando Morán), Antonio Fernández Izaguirre (alias Sebastián), Guillermo Cruz Ventura (alias Mariano) y Fernando Hoyos (alias Carlos). Ideológicamente bebía del marxismo-leninismo, pero adoptó una línea crítica de inspiración guevarista y militarmente adoptó una estrategia aprendida de la experiencia vietnamita, país en el que se entrenaron militarmente algunos cuadros.

Realizando el análisis de coyuntura del país, la autora Megan Thomas interpreta que los gobiernos militares son expresión de un nuevo sector burgués emergente, que denominó «burguesía burocrática», sector liderado por altos jefes militares, empresarios, políticos y funcionarios públicos, quienes utilizan «métodos gansteriles» para «disputar renglones enteros de la economía a la oligarquía», rasgo este remarcado durante el gobierno del general Romeo Lucas García. Esta burguesía burocrática se ha enriquecido copando sectores de la economía y cometiendo despojos de tierras, especialmente en la conocida como Franja Transversal del Norte (FTN), análisis que explica por qué se adopta la zona de operaciones dentro de la cual accionó el EGP. 

El 19 de enero de 1972 un grupo de avanzada de 15 combatientes ingresó al territorio nacional por la zona de Ixcán, en contacto con una estructura de apoyo, creada clandestinamente en ciudad de Guatemala. En 1974, en la población de San Juan Cotzal, Quiché, se celebró la llamada Primera Conferencia Guerrillera, durante la cual se ratificó la concepción foquista de la estrategia militar y el énfasis en el componente militar. Se abandonó el nombre de NORC y se adoptó el de Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), que en 1975 inició su fase de propaganda armada. 

Según el coronel del Ejército Ricardo Méndez Ruíz, en sus memorias, fue la socióloga Aura Marina Arriola quien desarrolló la línea ideológica del involucramiento del indígena en la lucha revolucionaria, muy influida por las ideas expuestas en los ensayos del libro Guatemala: Una interpretación histórico-social, en los que se sostenía que era el indígena quien debía ser el principal protagonista de la revolución, para terminar con su estado de colonizado interno.

En 1980, el EGP contaba con cuatro frentes en operación:

  1. Frente Guerrillero Comandante Ernesto Guevara (FGCEG), que cubría el departamento de Huehuetenango.
  2. Frente Guerrillero Ho Chi Minh, que operaba en el norte del departamento de Quiché.
  3. Frente Guerrillero Augusto César Sandino (FGACS), que abarcaba Chimaltenango, sur de Quiché, norte de Sololá y Sacatepéquez.
  4. Frente Urbano, que operaba principalmente en la ciudad de Guatemala.

El EGP adopta las conclusiones de la Tercera Conferencia de las FAR (ver entrada siguiente), en las que se postula la necesidad del trabajo de masas como acción clave para el éxito de la lucha revolucionaria, planteando que, para incorporar a las masas a la lucha armada es necesario llevar a la masa a un estado de radicalización tal que se convenza de que no existe otro camino que tomar el poder por medio de las armas. Esta radicalización se logra mediante la atracción de la represión de las fuerzas de seguridad del Estado, hasta que alcancen un grado de violencia tal que la masa opte por las armas para defenderse, método al que se recurrió en la zona rural. Sin embargo, también se postula otra variante del proceso de radicalización, que parece ser adoptada por el EGP en el contexto urbano; que la guerrilla con poco o sin trabajo de masas alguno, por dedicarse exclusivamente a las acciones militares, se suma a un momento de auge de la lucha de masas, sirviendo como catalizador del entusiasmo para pasar a una forma superior de lucha, en este caso armada.


Referencias

Harnecker, Marta. 1984. Pueblos en armas. México: Editorial ERA.

Thomas, Megan. 2013. «La gran confrontación: el segundo ciclo revolucionario 1972-1983». En Guatemala: historia reciente (1954-1996), tomo 2. Guatemala: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO.


Organizaciones ilegales y clandestinas de tipo paramilitar, que surgieron en Guatemala en el contexto del enfrentamiento armado interno, para combatir a la guerrilla «en sus mismos términos», como algunos de sus comunicados fundacionales expresaron. Se caracterizaron por la brutalidad de las acciones en contra de miembros de las organizaciones revolucionarias (presuntos o conocidos militantes), quienes eran torturados antes de asesinarlos. Muchas de sus víctimas nunca aparecieron. Así surgió en el país el tópico «los desaparecidos», víctimas de la violencia del enfrentamiento, cuyos cuerpos nunca se recobraron, quedando en ese limbo jurídico en el que la muerte de la persona no ha sido declarada.

Algunos de los escuadrones que se organizaron en la década de los sesenta fueron el Movimiento Anticomunista Nacional Organizado (MANO), la Nueva Organización Anticomunista (NOA), el Ejército Secreto Anticomunista (ESA) y el Consejo Anticomunista de Guatemala (CADEG). Este tipo de organizaciones paramilitares ilegales resurgieron a finales de la década de los setenta y durante la década de los ochenta, como La Mano Blanca o El Jaguar Justiciero.


Referencias

Galeano, Eduardo. 2020. Guatemala: Ensayo general de la violencia política en América Latina. México: Siglo Veintiuno Editores.

López de la Torre, Carlos Fernando. 2018. «La Nueva Organización Anticomunista (NOA): Historia represiva de un escuadrón de la muerte paraestatal». Cuadernos intercambio sobre Centroamérica y el Caribe 15 (1).

McClintock, Michael. 1987. The American Connection. Volumen 2, State Terror and Popular Resistance in Guatemala. United Kingdom: Zed Books.


Fundado en 1962, era una especie de «directorado» que compartía la visión del PGT  e integraba al MR-13, a las FAR, al Movimiento 2 de abril y al PGT-JPT. Consideraba que la violencia revolucionaria era en cierto modo una «moneda de cambio» para conquistar un lugar en la política democrática. El PGT exigía una revolución nacional democrática que llevase al poder a un bloque formado por cuatro clases: los trabajadores, los campesinos, la burguesía nacional y la pequeña burguesía. Según Richard Gott, en su extenso análisis sobre las guerrillas guatemaltecas, el programa de gobierno se basaría en la industrialización y el desarrollo de Guatemala dentro de un marco capitalista. Según este planteamiento, el PGT dejó en claro que, bajo ninguna circunstancia se debía permitir que la acción guerrillera pasara a dominar las alternativas políticas del partido.

Sin embargo, explica la historiadora Rachel May, la experiencia de combate en el área rural termina por radicalizar a sus miembros, volviendo la reforma agraria como una de las más urgentes medidas de reforma de la sociedad guatemalteca. Su liderazgo busca entonces inspiración en el marxismo y luego algunos en el trotskismo, terminando con la ruptura del MR-13 y las FAR. Este radicalismo llevó también a que las FAR denunciaran al PGT de oportunismo y cobardía, y adoptaron una línea militarista alentada por los éxitos revolucionarios en China y Cuba, alejándose de los dictados ortodoxos del Partido Comunista de la Unión Soviética.


Referencias

May, Rachel. 2001. Terror in the Countryside: Campesino Responses to Political Violence in Guatemala, 1954-1985. Estados Unidos: Center for International Studies, Ohio University.

Villagrán Kramer, Francisco. 2004. Biografía política de Guatemala: Años de guerra y años de paz. Tomo 2. Guatemala: FLACSO.


En marzo de 1979 el líder político Manuel Colom Argueta fundó el FUR como un partido de auténtica izquierda, con el objeto de recuperar los votos que, durante el fraude electoral denunciado en 1974, eran a favor de la Democracia Cristiana, cuyo candidato presidencial era el general retirado Efraín Ríos Montt; y también recuperar en un partido político la visión reformista del país, originada durante la década revolucionaria (1944-1954), que, denunciaba, había sido traicionada por el Partido Revolucionario (PR) y había pactado con los militares para permanecer en el poder.

La inscripción del partido FUR terminaba con diez años de luchas legales por obtener la personalidad jurídica, y había pasado por la creación de la Unidad Revolucionaria Democrática (URD), entre 1959 y 1961, y luego por la fundación del Frente Unido de la Revolución Democrática (FURD).


Referencias

Villagrán Kramer, Francisco. 2004. Biografía política de Guatemala: Años de guerra y años de paz. Tomo 2. Guatemala: FLACSO.


En 1991 la URNG (ver entrada correspondiente) organiza el Frente Unitario Central, conformado por combatientes de todas las organizaciones revolucionarias integradas en la unidad, para aprovechar su experiencia de combate y principales habilidades en un esfuerzo común, pues la creación de la URNG, en 1981, no había llevado a la unidad de mando de sus organizaciones miembro, y mucho menos al planteamiento estratégico común, que redundó en el éxito de las ofensivas militares entre 1982 y 1990.

Con centro de operaciones en la zona bajo el control del Frente Guerrillero Javier Tambriz, combatientes de las FAR, EGP, ORPA y del PGT se integraron en una columna común con miras a la ocupación de la estratégica ciudad de Escuintla, objetivo que no fue logrado por haberse perdido el factor sorpresa; sin embargo, el FU continuó sus acciones en la región de alta montaña del departamento de Chimaltenango.


Referencias

Santa Cruz Mendoza, Santiago. 2004. Insurgentes. Chile: Lom ediciones.


Organización revolucionaria, fundada en diciembre de 1962, consistente en la unión de varias organizaciones clandestinas que acuerdan la lucha armada como la vía para hacerse del poder e impulsar desde allí cambios políticos y sociales. Bajo la sombra de esta organización se agruparon: el MR-13 (Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre), que aglutinaba a los jóvenes oficiales del Ejército de Guatemala, participaron en el levantamiento militar del 13 de noviembre de 1960 y rechazaron la amnistía del Gobierno; el Movimiento Revolucionario 12 de Abril,  integrado por líderes y simpatizantes de las jornadas estudiantiles de marzo y abril de 1962, tanto de la educación media como de la Universidad de San Carlos y miembros de la Juventud Patriótica del Trabajo (JPT); el Movimiento 20 de Octubre, conformado por miembros del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT) y un grupo de estudiantes guatemaltecos que se encontraban en Cuba en esos momentos.

La razón de las FAR la explica el economista Alfredo Guerra-Borges, militante histórico del PGT, argumentando que en 1962 el Comité Central del PGT advierte que las clases dominantes están cerrando las vías de desarrollo pacífico de lucha, el eminentemente político, y gira una directiva al partido para que se prepare a librar la lucha armada cuando se haga inevitable y hayan madurado las condiciones para ello. Se subrayó la necesidad de utilizar todas las formas de lucha y de conformar un amplio frente único de todas las fuerzas democráticas para recuperar el espacio político. 

Para llevar a cabo la lucha revolucionaria, las FAR organizaron tres frentes guerrilleros rurales y uno urbano: el Frente Guerrillero Alaric Benet, con base en Quiriguá, y un frente secundario llamado Moisés Quilo, en Sinaí, ambos en Izabal, bajo el mando de Marco Antonio Yon Sosa; el Frente Guerrillero Las Granadillas, establecido en el departamento de Zacapa, al mando de Luis Trejo Esquivel; el Frente Guerrillero Edgar Ibarra, con base en la Sierra de las Minas, bajo el mando de Luis Augusto Turcios Lima, y la Resistencia Urbana, con base en ciudad de Guatemala y  presencia en otras poblaciones importantes, bajo el mando de Augusto Loarca. 

Las FAR establecieron una escuela de entrenamiento guerrillero en una zona cercana a Puerto Barrios, bajo la instrucción del subteniente Rodolfo Chacón y Estanislao Chacón (alias Tanito). Mediante su comisión militar, El PGT reclutaba personas para integrarse a la escuela de guerrillas y ser distribuidas entre los distintos frentes guerrilleros. Ideológicamente las FAR se adscribían al marxismo soviético, y consideraban al PGT como su partido de vanguardia y referente ideológico e inspiracional de la lucha armada.

Las FAR experimentaron varias rupturas durante su existencia:

  1. Las primeras FAR: periodo desde su fundación en 1962 hasta 1964, cuando el MR-13, conformado alrededor del Frente Guerrillero Alaric Benet y dirigido por Yon Sosa, rompe con las FAR, tras ser denunciados de haber sido infiltrados por los «troskystas».
    También se da un rompimiento entre el Frente Guerrillero Edgar Ibarra (FGEI), al mando de Turcios Lima con el PGT, por divergencias ideológicas. En respuesta, el PGT funda su propio brazo armado, las Fuerzas Armadas Revolucionarias, de existencia fugaz.
    Para salvar la crisis interna de las FAR, se crea el Centro Provisional de Dirección Revolucionaria (CPDR), en marzo de 1965, en un acuerdo entre la dirigencia del PGT y Turcios Lima, como un organismo de dirección transitorio e integrado por militantes de las FAR, de la Resistencia Urbana, del PGT y de la JPT.
  2. Las segundas FAR: conformadas por el PGT, el FGEI y la Resistencia Urbana en ciudad de Guatemala, que proponen cambiar las estructuras del partido y renovar a la dirigencia. En 1965 las segundas FAR llegan a conformar cinco regionales: la de Occidente (San Marcos, Retalhuleu y Quetzaltenango); la Sur (Escuintla y Suchitepéquez); la Central (Baja Verapaz); la Oriente (Santa Rosa) y el Frente Urbano, llamado la Resistencia en ciudad de Guatemala.
    El año 1965 es importante para las FAR, pues en el mes de marzo se asume el carácter socialista de la revolución guatemalteca, en el programa completo de las FAR, publicado como «Organizar y unir a las masas, impulsar la guerra revolucionaria popular».
  3. Las terceras FAR: fundadas a finales de 1966 o inicios de 1967, tras negociaciones entre Yon Sosa y César Montes, quien asumió el mando del FGEI a la muerte de Turcios Lima, en un confuso accidente. A los pocos meses, el MR-13 se separa de las FAR por motivo de discusiones internas.
  4. Las cuartas FAR: fundadas en 1968, tras ser derrotadas por la ofensiva militar de 1967, deciden realizar un repliegue estratégico hacia Petén, buscando la región de Sayaxché. Durante ese repliegue su comandante, Marco Antonio Yon Sosa, muere a orillas del río Lacantún, en manos de un comando del Ejército mexicano. Jorge Soto (comandante Pablo Monsanto) asume el mando de las FAR hasta su integración a la URNG, en 1982.

El mando de las FAR fue asumido por la ausencia del comandante original, así, tras la muerte de Turcios Lima, asumió el mando el comandante César Montes (Julio César Macías, el chirís), quien tras abandonar la organización en 1968 deja el mando al comandante Camilo Sánchez, quien es capturado por el ejército y ejecutado y sustituido en el mando por Jorge Soto (alias Pablo Monsanto).

En su propio análisis de coyuntura, explica Megan Thomas que las FAR comparten con el PGT, habían interpretado que el país se encontraba inmerso en un proceso de modernización y que ese impulso de cambio provocaba profundas contradicciones, pues la burguesía terrateniente tradicional se enfrentaba y oponía a los intereses de los nuevos sectores burgueses terratenientes, que representaban la tendencia modernizante del capitalismo guatemalteco.

La lección de la derrota de la guerrilla, a finales de la década de los sesenta, es que la guerrilla necesitaba una organización política que movilizara a las masas, pues la guerrilla era una unidad armada dedicada al combate de una fuerza enemiga. Esto no se logró en los años sesenta, porque el PGT estaba aislado de las masas. Entonces, durante la Tercera Conferencia de las FAR, en 1971, se postula como una de las tareas principales de esta institución lograr una vinculación con las masas. Según la nueva visión, el movimiento no podía permanecer ni desarrollar su aparato clandestino al margen de las luchas reivindicativas de las masas, por lo que resultaba imperativo e impostergable vincularse con los sectores organizados de las mismas (sindicatos, organizaciones campesinas) para impulsar la lucha. Para lograr ese objetivo, entre 1975 y 1978 las FAR desmovilizaron a los remanentes de sus estructuras para dedicarse al trabajo político de acercarse a las masas.


Referencias

Harnecker, Marta. 1984. Pueblos en armas. México: Editorial ERA.

Thomas, Megan. 2013. «La gran confrontación: el segundo ciclo revolucionario 1972-1983». En Guatemala: historia reciente (1954-1996), tomo 2. Guatemala: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO.


Brazo armado del PGT, creado en 1964 por el partido, como consecuencia de la separación del FGEI y la Resistencia Urbana por disensos en cuanto a la lucha armada. Para el PGT la lucha armada es una de las formas de lucha disponibles para hacer la revolución, pero no la principal ni la única visión de la que discrepan los elementos más militaristas de las FAR, que conciben a la lucha armada como la vía exclusiva para hacerse con el poder. Para no apartarse de la guerra de guerrillas y quedar excluido del esfuerzo militar revolucionario, funda las FAR, en marzo de 1968.


Referencias

Vázquez Medeles Juan Carlos. 2019. Militantes clandestinos: Historia del Partido Guatemalteco del Trabajo-Partido Comunista (PGT-PC). México: Universidad Iberoamericana.


Fuerzas auxiliares de combate que el EGP organizó para que apoyaran a las fuerzas combatientes regulares. La idea de las FIL era prestar apoyo logístico, de vigilancia, de observación y luego ser parte activa en los combates según la necesidad, como vehículo para integrar a la población civil indígena no combatiente de sus zonas de operación en la lucha revolucionaria prolongada, que se planteó como estrategia para tomar el poder. Las acciones realizadas por las FIL durante 1981-1983 han llevado a algunos autores a afirmar que en el altiplano occidental de Guatemala se dio una insurrección popular indígena en apoyo al EGP, violentamente reprimida por el Ejército de Guatemala.

Sin embargo, las FIL, luego de la ofensiva militar de 1982, lanzada por el Ejército en contra de los baluartes del EGP, fueron la base de las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC), organizadas, armadas y supervisadas por el Ejército de Guatemala, para combatir a la guerrilla en su propio territorio, con lo que la teoría de la insurrección indígena queda al menos sujeta a una revisión y análisis más exhaustivos, que permitan además ubicar  mejor  y explicar satisfactoriamente las masacres ocurridas en el altiplano guatemalteco durante esos años.


Referencias

Gramajo, Alejandro. 1995. De la guerra… a la guerra. Guatemala: Fondo de Cultura Editorial.


Partido político surgido de un rompimiento con el Movimiento Democrático Nacionalista (ver la entrada correspondiente), heredero del Ejército de Liberación Nacional que, bajo el mando del coronel Carlos Castillo Armas, derrocó al coronel Jacobo Árbenz Guzmán. La característica principal de este partido fue su irrenunciable oposición al comunismo y estuvo integrado mayoritariamente por terratenientes (finqueros) e industriales.

Los dirigentes del MLN diferían de ciertas posiciones políticas expuestas por el coronel Luis Enrique Cruz Salazar, entonces secretario general del MDN, a quien acusaron de comprometer la lucha anticomunista a costa de mantener un pacto de gobernabilidad con el general Miguel Ydígoras Fuentes. El líder del MLN, el joven abogado Mario Sandoval Alarcón, denunció un pacto secreto entre Cruz Salazar e Ydígoras Fuentes, según el cual el MDN haría cogobierno con el Partido Reconciliación Democrática Nacional (Redención Nacional).


Referencias

Sabino, Carlos. 2007. Guatemala, la historia silenciada. Tomo 1. Guatemala: Fondo de Cultura Económica.


Después del triunfo del Ejército de Liberación Nacional derrocando al gobierno del coronel Jacobo Árbenz Guzmán, en julio de 1954, con el apoyo de la CIA, y con el fin de permanecer vigentes en la vida política nacional, quienes habían participado en la invasión fundaron un partido político al que llamaron Movimiento Democrático Nacionalista, integrado adicionalmente por algunos miembros del Comité de Estudiantes Universitarios Anticomunistas (CEUA) y el Movimiento Femenino Anticomunista. Estos dos grupos,   conformados por personas jóvenes, entraron muy pronto en discrepancia con los líderes de más edad, surgiendo así tensiones que terminaron por causar una escisión tras las elecciones de 1958, cuando el candidato presidencial del MDN entró en negociaciones con otro candidato presidencial, el coronel Miguel Ydígoras Fuentes, quien triunfó en dicho proceso electoral.


Referencias

Sabino, Carlos. 2007. Guatemala, la historia silenciada. Tomo 2. Guatemala: Fondo de Cultura Económica.


Organizado en torno al Frente Guerrillero Alaric Benet y dirigido por Marco Antonio Yon Sosa, uno de los jóvenes oficiales que participaron en el levantamiento militar del 13 de noviembre de 1960. Sufrió varios distanciamientos de su compañero de armas y de lucha revolucionaria, Turcios Lima, por cuestiones puramente doctrinarias, pues el MR-13, en algún momento de 1964, se declaró simpatizante de la estrategia revolucionaria china y fue acusado desde el PGT de desviacionista, por albergar a ciertos trotskistas mexicanos, como Adolfo Gilly, quienes luego fueron expulsados de la organización. Sin embargo, el MR-13, aunque regresó al seno de las FAR en 1967, a los pocos meses volvió a separarse argumentando problemas internos y una necesidad de reformulación. El MR-13 virtualmente desapareció tras la muerte de Yon Sosa, en un combate con el ejército mexicano en el Estado de Chiapas.

Según Richard Gott, ideológicamente el MR-13 aceptaba el marxismo como método de análisis y de acción, y el socialismo como meta de la lucha armada. Aceptaba un programa antiimperialista y anticapitalista, de revolución socialista, y, siguiendo los pasos de las revoluciones china y cubana, un gobierno integrado por los obreros y los campesinos como última meta revolucionaria.


Referencias

Gott, Richard. 1971. Las guerrillas en América Latina. Chile: Editorial de la Universidad de Chile.


Organización revolucionaria que salió a la luz pública en 1982, después de seis años de operar en una actividad que el militante y fundador de la misma, el escritor Mario Roberto Morales, llama una «organización clandestina en la clandestinidad», pues no sabían de su existencia ni las FAR ni el EGP. Fue un pequeño grupo, escindido de la Regional de Occidente de las FAR, que empezó a estructurarse en 1976. Durante los primeros tres años se autodenominó Nuestro Movimiento y estaba conformado principalmente por estudiantes universitarios de la USAC, que participaban en política estudiantil alrededor de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU). Esta organización había elegido el departamento de Santa Rosa como teatro de operaciones, principalmente el área cercana a la población de Barberena, a pocos kilómetros de la cabecera departamental de Santa Rosa y a una distancia relativamente corta de la ciudad de Guatemala.

El MRP-Ixim fue acusado por las otras organizaciones guerrilleras de diversionismo ideológico, por no haber consultado a la URNG sobre su creación. Sin embargo, sus miembros la reivindicaron, fundamentada ideológicamente en el marxismo-leninismo, pero, ya que Guatemala tenía determinadas características étnicas, reclamaban una teorización revolucionaria que no estuviera restringida por la ortodoxia. Era relativamente cercana a la ORPA e incluso sus respectivos líderes, Edgar Palma Lau, de una, y Gaspar Ilom, de la segunda, sostuvieron conversaciones para buscar una visión común sobre ciertos puntos estratégicos, como el involucramiento de la población indígena y el carácter prolongado de la guerra. Sin embargo, la muerte de Palma Lau, en abril de 1982, durante un combate en una casa de seguridad del MRP-Ixim, en la zona 7 de la ciudad capital, terminó por aislar a la organización. 

La primera acción del MRP-Ixim fue el secuestro de la hija del entonces presidente de Honduras, Xiomara Suazo, exigiendo, para liberarla, la publicación del comunicado fundacional de la organización en diarios de México y Centroamérica, titulado «Manifiesto internacional». Sin embargo, al estar fuera de la URNG, siempre se le consideró marginal e, incluso, en Guatemala, el EGP ejecutó a 32 de sus militantes que no quisieron integrarse a su movimiento. Al parecer, la rivalidad y la hostilidad de la URNG frente a la nueva organización revolucionaria se debió, según explica Mario Roberto Morales en sus memorias, a que los informes internacionales de MRP-Ixim contradecían la propaganda triunfalista de la URNG, en Cuba y Europa, alertando sobre la mala conducción del enfrentamiento por parte de la comandancia de la Unidad Revolucionaria conduciría a la derrota militar. El MRP-Ixim se desbandó tras la caída de una casa de seguridad en la zona 2 capitalina, en enero de 1984, en la que murieron su jefe militar y otros militantes durante un combate con el Ejército de Guatemala.


Referencias

Morales, Mario Roberto. 2008. Los que se fueron por la libre. Guatemala: Editorial Delamora.


Organización que surge del rompimiento de un grupo de militantes de las FAR y del PGT frente a la posición de la lucha armada, planteado en el llamado «Documento de Marzo», elaborado en 1967, tras la derrota militar causada por el Ejército de Guatemala. En ese documento se plantea la necesidad de abandonar la estrategia «foquista», adoptada inicialmente por las FAR y adoptar una visión de Guerra Revolucionaria Popular Prolongada, como estrategia para hacerse con el poder. Después de la NORC se irían integrando otros remanentes de frentes guerrilleros disueltos, y otros simpatizantes, para conformar posteriormente el Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), en 1974.


Referencias

Thomas, Megan. 2013. «La gran confrontación: el segundo ciclo revolucionario 1972-1983». En Guatemala: historia reciente (1954-1996), tomo 2. Guatemala: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO.


Organización revolucionaria surgida de una escisión del EGP, dirigida por los militantes Mario Payeras, Yolanda Colom y Víctor Ferrigno. Planteaban que el modelo de lucha revolucionaria popular prolongada se había agotado y que la opción de participación política era la vía para acceder al poder, después del éxito de las ofensivas militares lanzadas en el altiplano y en la zona noroccidental del país, donde operaba el EGP, razón por la cual se alió con el PGT para componer una plataforma política común. Por sus fuertes críticas en contra de la dirección del EGP, el grupo fue acusado de deserción y condenó a muerte a sus dirigentes, los que tuvieron que huir del país. Aunque su duración fue corta, aproximadamente de 1989 a 1993, influyó en muchos militantes guerrilleros en cuanto a considerar la lucha armada agotada.


Referencias

Thomas, Megan. 2013. «La gran confrontación: el segundo ciclo revolucionario 1972-1983». En Guatemala: historia reciente (1954-1996), tomo 2. Guatemala: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO.


Surgió de remanentes de las FAR en la región sudoccidental, en la frontera con México, tras la derrota militar de 1967. Se constituyó inicialmente en una organización regida por el más estricto secreto, llamada a sí misma como Nuestra Organización. Planteaba la disciplina y la formación intelectual como los fundamentos para el éxito de la lucha revolucionaria. Sus figuras más importantes fueron el antropólogo Enrique Noval y Rodrigo Asturias (alias comandante Gaspar Ilom), hijo del escritor guatemalteco Miguel Ángel Asturias. Tuvo como escenario de acción la zona suroccidental del país y amplios corredores en la costa sur. Su planteamiento era estrictamente militar y excluía a la población civil de su participación en la guerra revolucionaria. Ideológicamente, la ORPA era descrita por uno de sus militantes, Mario Roberto Morales, como una organización revolucionaria nacionalista y marxista, con un plan estratégico de tinte socialista.

Nuestra Organización, fundada en 1972, publicó su manifiesto político en un documento titulado «Guatemala: un futuro próximo» y se fue consolidando durante los años de 1973 y 1974. En el análisis de coyuntura realizado por la ORPA, explica Megan Thomas, esta organización veía que en Guatemala se estaba en medio de un proceso de militarización del poder oligárquico; es decir, que los gobiernos militares, más que una expresión de sectores emergentes o nuevos burgueses, constituían lo que denominan una «refuncionalización» del papel tradicional del Ejército, proceso que no estaba exento de contradicciones. Según este análisis, el Ejército adopta funciones de depositario del poder absoluto, actuando como una medida de emergencia para salvar no solo al poder de la oligarquía, sino de todo el sistema capitalista en su conjunto.

En 1977, tras el paréntesis forzado por el terremoto del 4 de febrero de 1976, se consideró que alcanzó su fase de consolidación, pasando a la acción el 18 de septiembre de 1979, con la toma de la finca Mujuliá, en Colomba, Costa Cuca, departamento de Quetzaltenango. En 1981, Nuestra Organización, ya rebautizada como ORPA, alcanzó los 600 efectivos, organizados en cuatro frentes principales:

  1. Primer frente: su responsable fue el comandante Gaspar Ilom. Estableció su base en el volcán Tajumulco y fue fundado en 1971.
  2. Segundo frente: establecido entre 1976 y 1979, en las faldas del volcán Atitlán y la zona entre Santiago Atitlán y Zunil, Quetzaltenango.
  3. Tercer frente: establecido entre 1976 y 1979, en la región que abarca Santa María de Jesús, Zunil y el río Naranjo.
  4. Cuarto frente: organización de apoyo en la ciudad de Guatemala y otras ciudades de importancia como Quetzaltenango, Retalhuleu y Mazatenango, al mando del comandante Diego Tzoc. Según algunos testimonios, esta organización urbana llegó a contar con alrededor de 500 militantes, en 1979, pero sucumbió ante la ofensiva del ejército y la policía lanzada entre julio y agosto de 1981. Existió un segundo intento por reconstruir el frente urbano, entre 1983 y 1984, pero fracasó, al igual que un tercero, entre 1987 y 1988, por los embates de las fuerzas de seguridad que entonces habían alcanzado gran sofisticación en su organización y procedimientos.

Referencias

Harnecker, Marta. 1984. Pueblos en armas. México: Editorial ERA.

Thomas, Megan. 2013. «La gran confrontación: el segundo ciclo revolucionario 1972-1983». En Guatemala: historia reciente (1954-1996), tomo 2. Guatemala: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO.


Fueron creadas a partir de 1981, como parte del esfuerzo contrainsurgente desplegado por el Ejército de Guatemala en el territorio nacional. Posteriormente se les denominó Comités Voluntarios de Autodefensa Civil (CVDG), tomando como base las FIL, organizadas por el EGP y transformadas en fuerzas auxiliares del ejército, para tareas de vigilancia, exploración y apoyo en el combate a las guerrillas en sus zonas de operación. La reconversión de las FIL a PAC podría decirse que constituyó una típica operación de «recuperación» de la población, que decidió dejar de apoyar a las fuerzas irregulares y sumó sus esfuerzos a las fuerzas militares. En el caso particular de las FIL, tras la ofensiva militar de 1982 y el abandono de las columnas del EGP de sus zonas de operación, la población, al verse abandonada por las fuerzas guerrilleras, decidió recurrir para su protección al ejército, que hábilmente los reorganizó para controlar el territorio abandonado por el EGP. Fueron disueltas oficialmente en 1996.


Referencias

Sáenz de Tejada, Ricardo. 2004. ¿Víctimas o vencedores? Una aproximación al movimiento de los ex‐PAC. Guatemala: FLACSO.


Unidad especial creada dentro del Ejército de Guatemala para realizar operaciones contrainsurgentes de tipo clandestino, según McClintock, encargado de vigilar, capturar o asesinar a miembros de las organizaciones revolucionarias durante la primera mitad de la década de los sesenta. El SCUGUA fue disuelto para dar lugar al primer escuadrón de la muerte, la Nueva Organización Anticomunista (NOA), en la que, según Carlos Fernando López de la Torre, participaban guardaespaldas de finqueros e industriales, con agentes de policía de alta en franco o con el cuerpo de detectives, entonces llamada Policía judicial.


Referencias

López de la Torre, Carlos Fernando. 2018. La Nueva Organización Anticomunista (NOA). Historia represiva de un escuadrón de la muerte paraestatal. Cuadernos Intercambio sobre Centroamérica y el Caribe 15.

McClintock, Michael. 1987. The American Connection. Volumen 2, State Terror and Popular Resistance in Guatemala. Reino Unido: Zed Books.


La URNG surgió a instancias e insistencia de Cuba, que había adoptado esta forma de reorganización de fuerzas revolucionarias en los países a los que prestaba apoyo militar y económico, razón del surgimiento del Frente Sandinista de Liberación Nacional —FSLN—, en Nicaragua, y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional —FMLN—, en un intento de unificar fuerzas y obligar al planteamiento de una estrategia común que llevara al triunfo revolucionario.

En Guatemala el proceso de unificación fue más bien lento, debido a las diferencias ideológicas y planteamientos estratégicos distintos, adoptados por cada una de las organizaciones revolucionarias, que, por poner un ejemplo, en el caso de la ORPA, consideraba irresponsable el involucramiento de la población civil (indígena o no) en la lucha revolucionaria, considerando que no se contaba con la fuerza militar para defenderlas en caso de una ofensiva del ejército o de las otras fuerzas de seguridad. Así, en 1978, se creó la llamada Tripartita, que agrupó al EGP, a las FAR y al PGT-Núcleo de Dirección, para coordinar, en la medida posible, sus acciones armadas, y en 1980 se integró la ORPA, por lo que la alianza fue llamada la Cuatripartita. Sin embargo, Cuba amenazó con suspender el apoyo económico y militar, si no se fundían en una sola organización que aunara el mando de las fuerzas componentes, por lo que para acallar las exigencias de Cuba se anunció, en 1982, la creación de la URNG. Sin embargo, la unidad de mando no se dio sino hasta los intentos de creación del Frente Unitario, principalmente porque para 1982 las fuerzas revolucionarias habían sido diezmadas por la ofensiva militar de ese año.


Referencias

Ríos de Rodríguez, Carroll. 1989. Changes in Cuban Foreign Policy Toward Guatemala in the 1980s. Inédito. Guatemala.

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