Conoce las explicaciones ofrecidas a favor de la homogeneización cultural de las poblaciones indígenas durante las primeras fases de la independencia de los países de América Latina y en la primera mitad del siglo XX. Las reflexiones sobre las poblaciones indígenas que se hacían desde este enfoque se preguntaban cuál era la manera más efectiva de construir una nación homogénea. Con ese objetivo en mente se afirmaba que la pervivencia de la cultura de las poblaciones indígenas significaba un obstáculo para el desarrollo y la modernización del país, y se buscaba su integración y asimilación dentro de la cultura nacional. En muchos países de la región se iniciaron estudios antropológicos que tenían el objetivo político de contribuir a esta homogeneización.

Conoce el pensamiento sobre las poblaciones indígenas de los autores pertenecientes a la tradición marxista. Estos autores consideraban que la situación de subordinación económica y social de los indígenas provenía de su integración en una economía de tipo capitalista, proceso histórico que se remontaba a la conquista española. La solución, según ellos, solo podía venir de la integración de los indígenas en procesos de revolución socialista que terminaran con la estructura de clase capitalista. Dentro de este esquema general, los distintos autores marxistas tenían posiciones diferentes sobre el valor y la importancia que atribuían a las tradiciones culturales indígenas. Esas posturas van desde la consideración de su cultura como una fuente de atraso y estancamiento que sería superada con el triunfo de la revolución, hasta una evaluación más favorable de las prácticas y tradiciones culturales de las poblaciones indígenas que, se afirmaba, podían llegar a formar parte del proyecto revolucionario socialista.

Conoce el pensamiento indigenista que surgió a partir de los años noventa. Tras la caída de la Unión Soviética y el desprestigio consecuente que sufriría el marxismo clásico, el indigenismo, al igual que otras teorías políticas de la época, buscaría otros puntos de referencia. De esta forma, ideas como el multiculturalismo, la teoría de la descolonización o la noción de buen vivir entrarían a formar parte del discurso político indigenista. Este neo-indigenismo promovería cambios y reformas institucionales en muchos países de América Latina. Al contrario del indigenismo clásico, en lugar de buscar la integración y asimilación cultural, se buscaba el establecimiento de derechos culturales específicos y la obtención de formas de autonomía política. Estas movilizaciones rechazaban la noción de ciudadanía basada en unos derechos individuales homogéneos para todos, y formaban parte de un proceso internacional que buscaba la protección de los derechos de los ‘pueblos originarios’.